De este modo, el sistema básico cuenta con hasta casi 5 metros de tubos y puede ampliarse hasta llegar a los 30,50 metros para crear un ambiente muy moderno en el que los colores comenzarán a jugar de acuerdo al modo elegido por el usuario. Claro, es que las opciones son las de cambiar los tonos en su función flash, intermitente, fusionando los colores o suavizándolos. Así, los kits cuentan, además de con los tubos, con un mando a distancia y una fuente de alimentación. Otra opción es la de adquirir unas baterías para que todo el sistema se controle de manera inalámbrica. Una excelente opción para dar vida a los ambientes y para sorprender.
Fuente : Compradicción