Las inscripciones datan de una civilización situada en la actual frontera entre la India y Pakistán que tuvo su esplendor hace 4.000 años.
Cada inscripción está reproducida con una secuencia que habitualmente incluye cinco o seis símbolos. Con ayuda de las matemáticas, el equipo de investigadores ha extraído patrones en estos antiguos símbolos que han permitido crear un modelo estadístico para este lenguaje aparentemente indescifrable.
A pesar de docenas de intentos, nadie ha descifrado de momento las inscripciones del Indo. Los símbolos están registrados en pequeños emblemas, tabletas y amuletos, legados por los pueblos que habitaron el valle del Indo entre el 2600 y el 1900 antes de Cristo.