La investigación fue realizada en ratones por científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington quienes también descubrieron que la orexina, una proteína que regula los ciclos del sueño, parece estar directamente vinculada con el aumento de las plaquetas.
Añadieron que este último descubrimiento podría ayudar a crear fármacos para el tratamiento del Alzheimer.
Al ser privados del sueño, los niveles de amiloides aumentaron en un 25 por ciento en los ratones y fueron menores en aquellos a los que se permitió dormir, indicó.
"También sugieren que tal vez sea necesario dar prioridad a los tratamientos contra trastornos del sueño no sólo debido a sus efectos inmediatos, sino también por el impacto potencial sobre la salud cerebral a largo plazo", indicaron los científicos en el estudio.
El mal de Parkinson también es una enfermedad neurodegenerativa que se caracteriza principalmente por las movimientos incontrolados de las extremidades y de la quijada así como rigidez general.
"La orexina o los compuestos con los que interactúa podrían ser objetivos de una nueva medicina para el tratamiento de Alzheimer", manifestó David Holtzman, autor del estudio y profesor de Neurología de la Escuela de Medicina.
Por otra parte, "nos gustaría saber si existe alguna forma de alterar las señales de la orexina y sus efectos sobre los amiloides beta sin modificar necesariamente los patrones de sueño".