Estos roedores, que viven una media de entre 12 y 15 años pero pueden alcanzar incluso los 20, son cada vez más populares como mascotas y es que encantos no les faltan.
Las chinchillas tienen una extraordinaria habilidad para saltar y esconderse, además de una excelente visión nocturna. Inteligentes y con gran memoria, cuentan también con un agudo oído y un sentido del tacto desarrollado a través de sus grandes bigotes.
En general, no requieren grandes cuidados, aunque sí hay que tener en cuenta algunos aspectos como la conveniencia de no mojarlas –dado que su espeso pelaje tarda mucho en secarse y podría generar hongos u otros parásitos-, de mantener una correcta alimentación, de cuidar la higiene de sus “jaulas” y de protegerlas de posibles golpes. Por lo demás, ni siquiera es necesario vacunarlas, ya que no existen vacunas específicas para ellas, y raramente desarrollan enfermedades.
Las chinchillas deben alimentarse, principalmente, de heno, concentrados de comida, agua fresca y un aporte de calcio. Todas las hierbas y cereales que les aportemos deben ser naturales y estar bien secos. En general, con 30 gramos diarios será suficiente, aunque cada ejemplar puede tener una necesidad de alimentación diferente. Eso si, hay que tener mucho cuidado de no darles ningún alimento que pueda contener insecticidas o sulfatos, porque pueden ser tóxicos y hasta mortales para ellas.
Fuente : El Rincón de las Cuatro Patas
Más información : El Club de las Chinchillas