Sofia Loren acaparaba miradas tanto de hombres como de mujeres. Ella es el símbolo de la italiana
exuberante que vemos reflejada en las colecciones de moda de Dolce & Gabbana y cuya
estética encarnan a la perfección actrices como Monica Bellucci o Penélope Cruz.
Jayne Mansfield pertenece al grupo de rubias platino exuberantes
lideradas por Marilyn Monroe.
Jane Russell representaba a la versión morena de Marilyn Monroe durante
la época de los 50's y más después de la película que interpretaron juntas,
Brigitte Bardot encarna la feminidad y el chic francés.
Esbelta, de labios carnosos y cuerpo perfectamente moldeado,
ella sigue siendo todo un icono que nos sigue inspirando en todos los sentidos.
Marilyn Monroe sintetiza lo que es una mujer bella
y con curvas, su sonrisa y su pose arrasaron con su atractivo imparable.
Anita Ekberg estaba muy lejos del modelo de sueca actual,
mucho más delgada y con menos curvas.
Inolvidable en la escena del baño en la Fontana di Trevi de La Dolce Vita.
Elizabeth Taylor no solo conquistó el mundo con sus ojos violeta,
además era poseedora de una actitud sexy y desinhibida
que encandilaba a los hombres de la época.
Otra foto de Anita Ekberg que deja constancia de su irresistible atractivo.
El look de la época estaba dirigido a resaltar la silueta femenina y no a ocultarla.
Claudia Cardinale conquistó al público gracias a su belleza latina y sensual.
El misterio que desprendía su mirada y sus curvas la convierten en uno de
los mayores sex symbols italianos junto con Sofia Loren.
Jayne Mansfield, con una estética pin up en la que seguro
se inspira la actual reina del burlesque, Dita Von Teese.
Fotografias: © Cordon Press
Vía : Vogue
